Veamos algunos ejemplos de comportamiento asertivo:
"Hemos comprado un traje en una tienda de ropa que dispone de un servicio de costura, el cual se cobra aparte; al probarnos el traje, acordamos con el dependiente los arreglos oportunos. Cuando acudimos a recoger el traje, la dependienta nos lo ha envuelto y no parece darnos opción a probárnoslo, estableciéndose el siguiente diálogo:
• CLIENTE: Disculpa, pero antes de llevármelo me gustaría probarme el traje
• DEPENDIENTE: No creo que sea necesario, nuestra modista no suele equivocarse nunca
• CLIENTE: No dudo de la calidad de su modista. Pero me quedaré más tranquilo si me pruebo el traje
(Tras probarse el traje, el cliente se da cuenta de que uno de los arreglos no se ajusta a lo acordado):
• CLIENTE: Fíjese, el largo de los pantalones no ha quedado como quería. ¿Me podría volver a tomar las medidas para arreglarlo?
• DEPENDIENTE:¿Está seguro? El largo está tal y como se señaló la otra vez. Ya le digo que nuestra modista no se equivoca.
• CLIENTE: Pienso que el largo no es el acordado anteriormente. Claro que puede que esté equivocado, aunque me siento bastante seguro. En cualquier caso, ¿me podría tomar nuevamente las medidas? Quiero que el traje me quede perfecto. ¿No le ocurre a usted igual? Seguramente se sentirá satisfecha cuando sus clientes están contentos con la compra
• DEPENDIENTE: Está bien, le puedo tomar las medidas. Pero la modista no viene hasta finales de la semana. Además, le tendré que cobrar el nuevo arreglo.
• CLIENTE: No me importa esperar, ya le digo que lo principal para mí es que el traje me quede bien. Pero no estoy de acuerdo con el hecho de tener que pagar de nuevo. Yo no estoy pidiendo un arreglo diferente, sino terminar uno correctamente.
• DEPENDIENTA: ¡Desde luego, con clientes como usted! Escuche, esas son las reglas. Tengo la tienda llena, y necesito atender a otros clientes.
• CLIENTE: De veras que siento llegar a esta situación tan incómoda. Pero pienso que esta tiene fácil solución. Usted me toma las medias, y yo me encargo de hablar con el encargado para solucionar el tema del pago. Así puede seguir haciendo su trabajo.
• DEPENDIENTA: De acuerdo, disculpe, estoy un poco nerviosa con tanto trabajo. Voy a tomarle las medias y esta tarde le consultaré la cuestión del dinero a mi encargado."
Si el cliente no insiste en sus intereses, probablemente hubiera salido de la tienda con el traje sin probar. Pero en ningún momento ha culpabilizado a la dependienta, o le ha ofendido.
Veamos ahora una situación en la que un empleado (Luis) de la cocina de un restaurante quiere hacerle una crítica a un compañero (Pedro):
• LUIS: Pedro, me gustaría hablar contigo un momento
• PEDRO: Venga, dime. ¡Rápido que hay mucho que trabajar!
• LUIS: De eso precisamente quería hablarte; verás, hace un tiempo que pienso que nosotros dos podríamos organizarnos mejor, para que el turno de noche, que es el mío, no se viera tan cargado de trabajo.
• PEDRO: ¿Qué pasa? ¿Ahora resulta que tú trabajas más que yo?
• LUIS: ¡No, hombre! Yo no he dicho que trabaje más que tú. Lo que te quiero comentar es sobre el tema de la limpieza. Verás, últimamente vengo notando que cuando el turno de noche entra, la cocina no está del todo limpia; por ejemplo, alguna basura, como las botellas y los botes no la tiráis, y ocupan mucho sitio, por lo que tenemos que tirarlas nosotros; y muchas veces ocurre que algunas sartenes y ollas no están limpias, y nosotros tenemos que limpiarlas antes de ponernos a cocinar, y eso nos enlentece un poco.
• PEDRO: Oye, oye, que yo hago mi trabajo lo mejor que puedo; además, ya sabes que por la noche hay que limpiarlo de nuevo todo, así que si se queda algo no pasa nada.
• LUIS: Perdona, Pedro, estoy segurote que tú haces el trabajo lo mejor que puedes. Solamente estoy planteándote una necesidad que tenemos los del turno de noche. Necesitaríamos que tratarais de tirar toda la basura y dejar todas las sartenes y ollas limpias, para así poder trabajar mejor. Y con respecto a lo de que luego hay que limpiarlo todo de nuevo, te recuerdo que el dueño del restaurante nos pidió que tanto en el turno de comidas como en el de cenas la cocina se quedara completamente recogida y limpia
• PEDRO: ¡Pero bueno, esto es el colmo! ¡Dándome lecciones!
• LUIS: (Sin levantar el tono de voz) Pedro, creo que me estás malinterpretando; no te estoy dando lecciones; estoy hablando con un compañero de trabajo sobre algo que me incomoda, para que busquemos una solución. Y hablo contigo porque creo que eres una persona con la que se puede dialogar
• PEDRO: Mira, es que el ayudante que hay en el turno de comidas es muy lento, y muchas veces acaba el turno sin que esté todo limpio. Y yo no me voy a quedar más tiempo para hacer el trabajo de los demás
• LUIS: ¿Y has probado a hablar con él?
• PEDRO: No, la verdad es que no
• LUIS: Podrías comentárselo; dile que no se puede ir hasta que no quede toda la cocina recogida y limpia y la basura tirada; es probable que se dé más prisa.
• PEDRO: Bueno, probaré.
• LUIS: Te lo agradezco mucho. Ya verás como el chico terminará a tiempo; realmente no se le está pidiendo un gran cambio. Y para nosotros puede ser estupendo. Gracias de verdad, tal y como pensaba, contigo se puede hablar.
Luis ha expuesto su petición a Pedro sin alusiones personales, y haciendo hincapié en las consecuencias negativas que tiene para el trabajo la costumbre que tiene el turno de Pedro; y no ha perdido el control emocional cuando Pedro ha comenzado a enfadarse; se ha centrado en el problema en sí. Y lo que es más importante, ha aportado una posible solución.